miércoles, 31 de diciembre de 2014

BALANCES

Este año no estaba demasiado motivado para participar en la San Silvestre. Creo que es el primer año que fallo desde que hace ya unos cuantos se convirtió en mi puerta de entrada en la nueva vida de corredor. De todas formas no estaba dispuesto a terminar el año sin salir a correr una vez más, así que esta mañana me calcé mis zapatillas, me abrigué un poco (la temperatura era de -2ºC) y salí a correr sin mucho criterio, sin un objetivo concreto, solo disfrutar de una fría y soleada mañana. Un momento ideal para reflexionar y hacer balance del año. No ha sido un año fácil, sobre todo en su último tramo, en el que he sentido y sufrido el autentico significado de la palabra huérfano. Pero la vida es así y no tengo nada que reprocharle, hemos tenido un montón de momentos perfectos y de sucesos extraordinarios, algunos los he aprovechado y otros han pasado de puntillas. Mi madre tuvo una larga vida, llena de malos y de buenos momentos, tengo la sensación de que, al final, fueron más los buenos, y eso me reconforta. En lo deportivo, lo más relevante, ese gran susto que me mantuvo durante meses con el corazón encogido. Pero bueno, no puedo quejarme, las grandes perdidas son llevaderas con ese pequeño ejercito, soldados de Salamina, de amigos y familiares que están ahí, para lo que uno necesite. Feliz año nuevo.





viernes, 7 de noviembre de 2014

METAS Y MARCAS


El 9 de mayo de 2010 debutaba en medio maratón, en Albacete y conseguía hacerlo en un tiempo oficial de 1:45:17 (por debajo de 1:45 en tiempo real);  todo eso después de llevar corriendo de forma habitual solamente desde octubre del año anterior y de haber estado lesionado más de un mes.  En esos momentos me pareció algo increíble, a miles de kilómetros por encima de mis expectativas. Eso me dio una gran confianza, pesaba que la progresión  continuaría y muy pronto estaría superando nuevas metas. Mi optimismo además estaba apoyado en los datos que me ofrecía el podómetro que usaba para correr (todavía no tenía mi Garmin), que medía de forma bastante halagadora (aunque sospechaba que había gato encerrado porque no me cuadraba hacer mejores tiempos en los entrenamientos que en las carreras oficiales). El 12 de junio de ese mismo año corrí por primera vez las 10 millas de Madrigueras y conseguí  hacerlo en un tiempo oficial de 1:13:27 (a 4:34, concretamente 4:39 en la primera vuelta y 4:29 en la segunda). La progresión estaba confirmada, el cielo era el límite. Sin embargo, a partir de entonces todo se ralentizó, incluso retrocedió muchas  veces (por ejemplo nunca más conseguí correr una distancia tan larga como la de Madrigueras a esa velocidad). Tuvieron  que pasar unos cuantos años (hasta el 9 de junio de 2013) para que mi tiempo de medio maratón bajase de 1:40… y nunca he conseguido hacer una marca de 10K por debajo de 45 minutos.  Algo ha pasado, la edad, los kilos de más, los parones,… o todo combinado. El caso es que mis expectativas iniciales se han matizado mucho. Lo cierto es que llevo mucho tiempo (años) libre de lesiones, entreno con cierto hedonismo y esto en el fondo no está mal. Quizás lo mejor sea aspirar a mantenerme más o menos en forma y libre de lesiones y a poder disfrutar de las carreras. Eso sí… me han dicho que en abril del próximo año se celebrará en mi ciudad el Campeonato de España de 10 km en ruta… una buena  oportunidad para bajar (por fin) de 45 minutos. Sin obsesionarse, pero con metas… son estas las que me mantienen activo.

lunes, 20 de octubre de 2014

XXVII Medio Maratón Ciudad de Hellín

Necesitaba correr un medio maratón para terminar de convencerme de que todo estaba bien, de que haber obtenido el alta medica significaba que no tenía ningún problema para seguir corriendo y que sólo era cuestión de entrenar lo suficiente para recuperar la forma que tenía antes del parón. Desde que corrí el primer medio maratón le perdí bastante el respeto a esta prueba, tanto que suelo pensar que un medio maratón lo puede terminar cualquiera (que esté dispuesto a esforzarse  durante unos meses siguiendo, más o menos, un plan). Pero como he corrido ya unos cuantos con desiguales sensaciones y resultados, también sé que puede hacerse muy largo. El medio maratón de Hellín además tiene alguna dificultad añadida: su perfil. No es que las cuestas sean una barbaridad... pero en una distancia tan larga se hacen notar. Sé que todavía me sobran unos cuantos kilos y me faltan muchos kilómetros para volver a estar 'fino', también sé lo duro que puede hacerse un medio maratón cuando se está todavía tocado por el último catarro... pero, a pesar de ello, necesitaba probarlo, y era muy importante llegar hasta el final lo suficientemente entero como para seguir entrenando con buen ánimo. Así que el domingo me pegué un buen madrugón para desayunar tranquilamente, recoger a Pedro e irnos a Hellín a correr. Como siempre, una vez que estás allí esperando recoger tu dorsal, intercambiando comentarios con otros corredores, saludando y charlando con los conocidos piensas que todo el esfuerzo merece bastante la pena. Esta era la segunda vez que participaba en esta prueba, la primera vez  acompañe a Manolo, que tuvo algún problema en una pierna, por lo que el ritmo que llevamos fue bastante suave. Mi objetivo ahora era fundamentalmente terminar, así que saldría tranquilo, a un ritmo cómodo para la primera vuelta y luego pues ya veríamos... El resultado fue que estaba peor de lo que imaginaba, en los dos primeros kilómetros no lleve ninguna referencia del ritmo porque mi Garmin todavía no se había puesto en marcha y esto provocó que fuese un poco más rápido de lo que debía. Así que la segunda vuelta tuvo que ser más lenta que la primera. Cuando faltaban poco menos de dos kilómetros me recogió Pedro, que había terminado su carrera y regresado para acompañarme en el último tramo, mantuve bien el ritmo (ese ritmo lento que llevaba) e incluso aceleré a falta de un kilómetro, pensando en apretar un poco más en cuando tocase la pista (los últimos 300 metros se corrían en la pista de atletismo). No pudo ser, al tocar el tartán no me vi con fuerzas de mantener ese tirón hasta el final, así que regulé un poco y en los últimos 97 metros aceleré con todo lo que me quedaba. No estuvo mal, pues llegué a 3:15 que eso para mi es una buena velocidad (y frenando al final para no adelantar al corredor que estaba a punto de cruzar la meta, cosa que me parece sumamente ridícula si no es el primero). Al final 1:51:30, una de mis peores marcas pero muy contento de haber vuelto. La próxima vez un poco mejor.


viernes, 3 de octubre de 2014

VII Carrera Popular de Chinchilla. El retorno.

Con algunos kilos de más y algunos kilómetros de menos he vuelto al circuito. No podía pasar esta oportunidad, Chinchilla está a solo 13 kilómetros de mi casa y es una de mis carreras favoritas. Por eso, el domingo, olvidando el cansancio acumulado durante la semana, el bajo estado de forma y todo el saco de excusas que tenía preparado, me calcé mis viejas Saucony Ride para terminar de destrozarlas y, como siempre con el tiempo justo, me fui a Chinchilla. La primera impresión fue genial, al ver el estupendo ambiente previo a la carrera; las colas para los dorsales, los reencuentros, el particular sonido previo a la carrera, el gusanillo en el estómago. Quedé enganchado de nuevo desde el minuto uno. La carrera en sí fue bastante tranquila, me la tomé como si fuese nuevo en esto. Me puse por la cola y me dediqué básicamente a trotar y dejarme llevar, incluso caminé en las cuestas más empinadas (demasiado tiempo sin hacer cuestas). Así que el resultado fue bastante discreto, unos cuantos minutos más que el año anterior. Aún así estoy contento, he vuelto.

Esta es mi carrera de Chinchilla de este año


miércoles, 27 de agosto de 2014

¡Por fin!

Los meses de verano suelen ser para mi bastante caóticos en cuanto a entrenamientos se refiere. Alterno semanas de mucha actividad, con otras de 'alguna' actividad y muchas otras de nada. Eso, sumado al parón del que vengo, me ha provocado cierta desesperación por los escasos progresos que he ido obteniendo durante estos meses. Pero ayer, por fin, me salió (como por casualidad) un entrenamiento redondo, de esos que te suben la moral. Me tocaba hacer (según el plan que me hice de cara al Medio maratón de Hellín) 8 Km a 5:43 min/km, osea algo suave porque esta semana es de recuperación (aunque no tiene mucho sentido que lo sea, teniendo en cuenta que no he seguido el plan casi nada...) pero, como se me hizo algo tarde para salir, la temperatura ya no era tan agobiante como otros días. Me puse a correr y como me encontraba tan cómodo seguí y seguí... hasta llegar a La Pulgosa. Me salieron 11 Km. a un ritmo cómodo (5:38). Terminé muy bien, nada agotado y muy animado para seguir. Por fin pude ver que es posible que corra en Hellín; no terminaba de verlo claro estos días.

Este es mi entrenamiento de ayer desde el punto de vista de Garmin...


jueves, 10 de julio de 2014

Metas y planes

Nada más tener entre mis manos el informe de alta del cardiólogo, aunque no terminaba de creerme que no tenía nada después de todo lo que había pasado, me puse a pensar en la próxima meta, en la fecha de retorno a la competición. Participar en carreras ha sido lo que me ha mantenido corriendo de una manera más o menos constante durante los últimos cinco años. Ahora tengo muchas ganas de correr y no tengo que buscar planes o excusas para salir, pero sé que, con el tiempo, me simplificará mucho tener una base sobre la que salir a correr. Cuando estoy preparando una prueba y tengo un plan elaborado para ella es fácil porque cada día sé lo que toca, no tengo que pensar mucho ni motivarme especialmente… otra cosa es que luego cumpla el plan. El objetivo de mis planes es más bien servir de soporte o de justificación a mis salidas diarias. A partir de ahí puedo improvisar, pero prefiero tener algo. Por eso, ni corto ni perezoso me puse inmediatamente una meta: correr la XXVII Media Maratón Ciudad de Hellín el próximo 19 de octubre por debajo de 1:40. Y como una meta sin un plan no es más que una declaración de intenciones, me preparé un plan de entrenamiento que me llevase a esa meta.  Como soy de naturaleza optimista el objetivo me pareció incluso modesto. Bastó realizar la primera salida para comprender que estoy muy lejos de él. Solo tenía que hacer 8 kilómetros a 5:36 (un rodaje suave en ese plan) y estuve en torno a los 6 minutos el klómetro… además de que tuve que parar agotado por el kilómetro  5 más o menos. Evidentemente no estoy preparado para ese plan, han sido muchos meses de parón y ese  plan lo 'seguí' cuando mi tiempo de medio maratón estaba por 1:42; ahora, simplemente no tengo un tiempo de medio maratón, no creo que esté en condiciones de terminar uno. De todas formas ahí está mi plan… seguiré saliendo los días que me marque, o no saliendo, o saliendo otros días para hacer lo que pueda o lo que me apetezca. Para eso están mis planes. El 19 de octubre tal vez pueda participar en la media de Hellín, o tal vez no… espero habérmelo pasado muy bien por el camino, que es de lo que se trata.

jueves, 3 de julio de 2014

Reset

Por fin ayer quedó cerrado el capítulo del corazón, con final feliz. El cardiólogo me dio el alta con el diagnóstico de 'falso positivo en prueba de esfuerzo'. Gracias a la coronografía pudo ver que las coronarias estaban perfectamente y el ventrículo izquierdo estaba también sano. Así que parece que no hay ningún impedimento para que continúe corriendo como lo estaba haciendo antes de la prueba de esfuerzo. No va a ser tarea fácil ni de un día. Ha sido mucho el tiempo que he estado prácticamente parado, y se nota bastante. Además, el miedo a correr que he ido acumulando todos estos meses no ha desaparecido totalmente. Ha sido mucho tiempo interpretando cada latido como una anomalía como para ahora pensar que no pasa nada... si fuese tan fácil como hacer un 'reset'... Pero esto no funciona así, todo necesita una transición. Lo que sí tengo claro es que dentro de algún tiempo (todavía no se si días, semanas, meses,...) estaré mentalmente en la misma situación que estaba allá por el mes de febrero, antes de hacer la prueba de esfuerzo. Ahora no me siento así, todavía tengo miedos, pero se que esto pasará como han pasado tantas otras cosas que me han perturbado a lo largo de mi vida...Por eso puedo pensar en un plan de entrenamiento e incluso en próximas (o no tan próximas) competiciones. Este es el último 'entrenamiento' (si es que se le puede llamar así) que hice  (justo el día anterior de acudir al cardiólogo). Espero que el próximo sea muy diferente y marque un punto de inflexión para volver al 'lugar' dónde quiero estar. Que envida (sana) he pasado estos meses viendo a la gente correr feliz y despreocupada, quiero volver a ser feliz corriendo.





jueves, 5 de junio de 2014

Secretos del Corazón

Una de las conocidas ventajas de la práctica del 'running' es el alto nivel de conocimiento del funcionamiento del propio cuerpo que alcanza todo aquel que lo practica con la suficiente perseverancia. Aprendemos a escuchar cada molestia, cada dolor, cada sensación. Sin embargo, hay cosas tan silenciosas que la experiencia, por dilatada que sea, es incapaz de descubrir. Conjuras contra nuestra salud que se fraguan con mucho sigilo en algún rincón interior de nuestro cuerpo. Aunque no soy nada hipocondríaco si soy bastante prudente y siempre he sido consciente de esta posibilidad,  por ello, desde que comencé a correr un poco más en serio, asumí  la necesidad de someterme periódicamente a pruebas de esfuerzo. En mi tercera ergometría, tres días después de correr el Trail de Bienservida, me llevé una desagradable sorpresa: parece que mi corazón guardaba algún secreto. Así empezó una nueva etapa en mi vida 'runner', con los entrenamientos reducidos a rodajes muy suaves (siempre pendiente del pulsómetro), visitas al cardiólogo,  pruebas diagnósticas   y (cómo no, en la era de internet)  muchas lecturas sobre las 'tortuosas' relaciones entre atletismo y problemas cardíacos. Lo peor de todo han sido los tiempos de espera, el 19 de febrero me hacía la prueba de esfuerzo que me enviaba a cardiología y, después de un ecocardiograma y otra prueba de esfuerzo, el 29 de mayo me sometía a la prueba definitiva: el cateterismo. Ahora tenemos todas las piezas del puzle para un diagnóstico definitivo... que dadas las fechas y la situación de las listas de espera en el mejor de los casos se producirá el próximo mes. Pero ya no estoy muy preocupado porque el cateterismo salió bien: mis coronarias están perfectamente y mi ventrículo izquierdo está sano. De momento vuelvo a entrenar, interrumpí todas las actividades cuando el cardiólogo me dijo que había que 'coger el toro por los cuernos' y someterme a un cateterismo diagnóstico para salir de dudas. En ese momento sí que me asusté, tenía previsto participar en el Medio Maratón de Albacete (aunque para hacerlo con un trote suave) y mi participación quedo reducida a la de espectador, eso sí: muy entusiasta. Mi objetivo para este mes es empezar a perder el par de kilos que he acumulado con el parón y recuperar poco a poco el fondo. Con mantenerme activo durante el verano me doy por satisfecho. La competición no me preocupa demasiado; si ya no puedo ir a 4:40 en un medio maratón pero sí puedo ir a 5:00,  tampoco es que exista gran diferencia, no estaba precisamente en la élite.

viernes, 7 de marzo de 2014

Nuevos 'retos'

Una de las cosas buenas de tener 45 años y encontrarse en una situación personal y profesional moderadamente cómoda es que, durante todos estos años, se han cerrado muchas puertas, se han cerrado muchos caminos y se han cosechado muchas decepciones. Pero, a pesar de eso, siempre he sido capaz de encontrar un nuevo camino. En ocasiones he tenido que dar interminables rodeos... pero he llegado dónde quería llegar, o al menos a otro sitio confortable. Ahora me encuentro con que, de momento, no puedo correr como solía hacerlo hace un par de semanas... pero ayer, durante el rodaje lentísimo que ahora hago, me sentí fenomenal. Todo tiene sus ventajas; rodar con las pulsaciones bajas, sin cansancio, es otra forma de disfrutar de la carrera. Me sentí muy bien trotando por el Parque Lineal, escuchando música y pensando cómo sería mi vida de corredor popular durante este tiempo de espera antes del diagnóstico. No pintaba mal, correr así es agradable y en cuanto a la competición sí, la echaré bastante de menos... pero al menos en la Media de Albacete participaré... solamente es cuestión de buscar a alguien a quién acompañar para ayudarle a bajar de 2:00 horas... y para el primer 10K homologado de Albacete (en el que tanto deseaba participar con la intención de bajar, de una vez por todas, de 45') tengo pensado también acompañar a alguien que se esté iniciando y quiera terminar su primer 10K... si es en menos de una hora mucho mejor... Se puede seguir disfrutando del running... es cuestión de buscar otros estímulos y otras metas. Eso sí, como me den el alta.... no quiero ni pensar los kilómetros que voy a hacer para celebrarlo...
Este es el tipo de rodajes 'placenteros' que estoy haciendo ahora:



jueves, 6 de marzo de 2014

Otra forma de correr

Para  la repetida pregunta ¿tú por qué corres? siempre he tenido una respuesta rápida, seguida de cientos de respuestas más detalladas: 'corro, porque puedo hacerlo'. Evidentemente esta debe ser la primera premisa, si no pudiera hacerlo tendría que buscar otras formas de alcanzar las satisfacciones y las metas que consigo corriendo (sentirme bien, estar de mejor humor, relajarme, reflexionar, despejar mi mente, estar en forma, preocuparme por mi salud, cuidarme, ... y en general: ser mejor de lo que sería si no lo hiciera) pero resulta que puedo hacerlo y, además, me gusta. Es a la vez una obligación y una cierta responsabilidad: he encontrado una forma fácil y divertida (aunque en ocasiones tenga que forzar mi voluntad, que, bien pensado, es uno de los beneficios que obtengo) de obtener pequeñas y grandes satisfacciones. Digo que es una responsabilidad porque a veces lo veo como un regalo ... algo que muchas personas no pueden hacer y que, algún día (pensaba que cuando fuese muy viejecito...) dejaría de tener. Así que así era... en primer lugar y sobre todo: 'corro porque puedo hacerlo'.

Pero resulta que un día, uno decide que hay que volver a hacer una prueba de esfuerzo... ya han pasado cuatro años desde la última y además la idea de correr un primer maratón planea cada vez con más frecuencia por mi cabeza. Así que, como uno es una persona razonablemente prudente, me someto a esta prueba con la secreta intención de obtener el visto bueno del médico para comenzar la preparación de un maratón, poco a poco, sin una fecha elegida todavía. Pero resulta que en lugar de ese plácet lo que obtengo es la 'sugerencia' de visitar a un cardiólogo para encontrar la causa de las alteraciones que han aparecido en mi electrocardiograma en la fase de máximo esfuerzo y durante los primeros minutos de la recuperación. De momento no hay que preocuparse, pero de momento hay que retirarse de la competición, del trail y olvidarse de series, cuestas  y todo aquello que solemos llamar 'calidad'. De momento estoy haciendo unos rodajes suaves 'estupendos' ... como aquellos que hacía hace años cuando me iniciaba en esto... pero ahora  sin subir pulsaciones (algo he mejorado en estos años). Tampoco está mal correr 8, 10 o 15 kilómetros sin disparar mis pulsaciones, manteniendo un ritmo en torno a 5:30... no está mal si es una transición... Esto parece que va para largo... no es urgente y estoy en lista de espera en la Seguridad Social...me dicen que, con un poco de suerte, para el verano tendré un diagnóstico. De momento intento no preocuparme demasiado (aunque en la era de internet es casi imposible... intenta si no a introducir 'atletismo' y 'problemas coronarios' en el buscador de google y verás que obtienes...) y buscar otra forma de correr... más 'zen'. Ahora mi objetivo cada día que salgo es ver el pulsómetro lo más bajo posible... a ver si soy capaz de correr 'sin despeinarme'... ¡vamos! un poco más despacio ¡tú puedes!.

miércoles, 5 de febrero de 2014

XV Vuelta a la Peña de San Blás

Un año más esta prueba a supuesto mi debut en el Circuito de Carreras Populares Diputación de Albacete. Un año más, también para no romper la tradición, he hecho un tiempo peor que el del año anterior (y ya van cuatro). Me gusta esta carrera, a pesar de que cada vez la corro peor, será el punto de sufridor que todo corredor popular tiene que tener. El caso es que el balance de la carrera es positivo, a pesar de que tuve que caminar incontables veces y bajé las cuestas como si temiese hacerme daño. A pesar también de que el tiempo, como corresponde a estas fechas, no fue demasiado apacible.  Pero me quedo con lo positivo. La salida fue buena, y el ritmo hasta el kilómetro cinco (aproximadamente) en el que dejé de correr por primera vez, fue muy bueno. Incluso llegué a hacer un segundo kilómetro en torno a 4:00... Pero, por primera vez, antes de 'coronar' Puerto Lope, tuve que caminar... y a partir de ese momento la carrera se me fue de las manos. A la menor cuesta tenía que dejar de correr. Cuando me detenía, no podía quitarme de la cabeza mis pretensiones de participar en pruebas de trail... mucho tengo que mejorar si no quiero pasar por un sufrimiento extremo. De momento este fin de semana no compito en ninguna prueba, y el siguiente fin de semana voy a Bienservida, a medirme de nuevo con el trail. Me encanta, aunque corra fatal, aunque suba penosamente... Es lo que quiero hacer, así que esta semana, a entrenar.

Esta es mi desastrosa carrera en Elche de la Sierra desde el punto de vista de Garmin...


viernes, 24 de enero de 2014

Mitja Marató Internacional Villa Santa Pola

Esperando la salida
He dejado pasar unos días antes de entrar a comentar lo que yo llamaría 'un buen día' para poder verlo con perspectiva y sin perder ni un detalle, con el objetivo de hacer una crónica acorde con lo que ha supuesto para mi esta carrera. No sé si lo habré conseguido. Lo primero señalar el hecho de que el año pasado, pese a estar inscrito desde el mes de julio, no pude acudir a esta carrera que tanto me gusta por culpa de la gripe. Por eso los días previos estaba sumido en un estado un tanto hipocondríaco... son malas fechas para la gripe. Afortunadamente, esta vez llegué sano y salvo a la cita. Llevamos ya unos años coincidiendo en esta carrera Ángel, Pedro y yo, por lo que además supone una buena oportunidad para reencontrarnos y charlar largo y tendido, sobre todo con Ángel qué, como vive en Cartagena, llevamos mucho más tiempo sin verlo. Con Pedro quedé para salir desde Albacete a las 6:00, con Ángel quedamos ya en Santa Pola porque él viajaba desde Cartagena.

El viaje, a pesar del madrugón, muy agradable charlando de todo, más allá de la propia carrera. Como siempre, llegamos con muchísimo tiempo a la carrera, por lo que nos dio tiempo a recoger el dorsal sin agobios y a buscar una cafetería dónde desayunar tranquilamente y esperar a Angel, que apareció puntualmente sobre las 8:30. El día amenazaba lluvia, pero estábamos bien preparados para todo tipo de tiempo, no en vano el equipaje parecía preparado para toda una semana más que para una carrera... esto también suele pasar, sobre todo en invierno. Nos gusta llevar varias alternativas para poder elegir bien qué ponernos para correr. Finalmente yo opté por mis mallas cortas de Hoko, mi nueva camiseta termica de Hoko y encima una camiseta muy fina. Prácticamente estrenaba zapatillas, pues mis nuevas Saucony Ride solo me las había puesto un par de veces (tenían menos de 15 kilómetros). Para la previsible lluvia de la salida me puse un poncho de los chinos... afortunadamente no hizo falta y lo pude tirar inmediatamente y seco.

Multitudinaria salida

Calentamos muy poco, sabíamos que la salida no iba a ser precisamente explosiva, por lo que tendríamos tiempo de calentar en los primeros kilómetros. Cuando llegamos a nuestro cajón (el de 1:30 a 1:40) prácticamente no cabía un alfiler, pero aun así pudimos encontrar nuestro hueco. Y en pocos minutos comenzamos a rodar, todos muy juntitos. En los primeros metros perdía a Pedro, que, como de costumbre iba a bajar de 1:30, con Ángel pude rodar un par de kilómetros, pero también terminé por perderlo... demasiado rápido para mi. Así que el resto de la carrera la hice solo (bueno esto es mucho decir teniendo en cuenta que éramos más de 8300 corredores)... pero afortunadamente pude mantener un buen ritmo casi hasta el final. La lluvia comenzó a los pocos kilómetros, pero nunca me ha importado mojarme una vez estoy corriendo, más bien al contrario me suele resultar incluso agradable correr bajo la lluvia. El comportamiento de mis mallas Hoko fue espectacular, parecía magia descubrirlas secas una vez finalizada la carrera. La carrera me resultó muy cómoda y me lo pasé muy bien. Durante los primeros kilómetros veía en mi Garmin ritmos en torno a 4:30 y, como me encontraba muy cómodo pensaba: 'cinco kilómetros más a este ritmo a ver que pasa'. Así transcurrió toda la carrera, manteniendo un buen ritmo y muy animado por el público y los puntos de animación  de la organización. Aunque flaqueé un poco en los últimos kilómetros, la verdad es que terminé muy contento con mi tiempo (mi segundo mejor tiempo en una media maratón, por debajo de 1:40 en tiempo real), sobre todo teniendo en cuenta lo malos que fueron mis entrenamientos previos.

La temporada acaba de empezar, y no estoy tan mal de forma como esperaba... así que habrá que esforzarse un poco más y buscar nuevos retos.

Lo mejor la compañía de los amigos y el gran ambiente festivo vivido y, como no, el arrocito final.
Arrocito reparador


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jueves, 9 de enero de 2014

Contra el dolor

Ayer, mientras corría con algo de desgana por el Parque Lineal, recordaba una conversación intrascendente que mantuve hace ya un buen montón de años con una buena amiga durante la cual, después de rememorar la última 'hazaña' de nuestra vida crápula, concluíamos que éramos unos 'desgraciaos' y que siempre terminaríamos 'cagándola' a la más mínima oportunidad... Éramos así, más valía tenerlo en cuenta y disfrutarlo. Ahora las cosas han cambiado mucho, o quizá no... quizá todo esté en el aire y tire mi vida a la menor oportunidad. Prefiero pensar que no es así... en todo caso no pierdo mucho tiempo en eso... No importa cual sea 'mi naturaleza', de qué materia esté hecho... lo importante es lo que haga cada día... y pienso que, ahora, por fin, estoy actuando razonablemente bien. En aquella época las cosas no me iban nada bien, sentía un gran dolor, mis heridas eran todavía muy recientes, imaginaba todavía los puñales clavados en mi espalda y sangraba... Además seguía empeñado en ignorar todo el dolor y seguir enfrascado en las batallas perdidas, encima absolutamente desarmado. Bueno, las causas y los detalles de aquellas circunstancias no vienen ahora al caso, lo importante es que moralmente estaba bastante hundido y, contra el dolor, utilizaba todo tipo de remedios... una búsqueda compulsiva del placer poco efectiva. Pero también hacía algunas cosas buenas, alguna también por mi. Pensando en que si volvía a hacer las mismas cosas que solía hacer cuando era feliz volvería a serlo, retomé hábitos como la escritura y también volví  a correr con alguna frecuencia. Eso sí que funcionaba. Durante el recorrido estaba sólo y podía pensar con tranquilidad en todo lo que me preocupaba. Tenía una lucidez inaudita en mi, todo estaba claro. Incluso empecé a imaginar una novela que contaba mi historia con mucho humor, conseguir des-dramatizarlo todo, incluso hacerlo divertido... todo se volvía más liviano. La sensación de bienestar una vez en casa al salir de la ducha me reconfortaba como nunca nada lo había hecho. Por eso creo que pocas medicinas son tan efectivas contra el dolor (el del alma, claro) como correr... Y, por eso, algún tiempo después, cuando el dolor era solo un mal recuerdo, cuando mi vida volvió a ser lo que yo quería que fuese, cuando dejé de confundir lealtades y volví a encontrar el amor, cuando todo estaba bien, fue el momento de comenzar una vez más y no parar de correr. Ya son unos cinco años los que llevo corriendo habitualmente y sí, ayuda a sentirse bien y hacer otro montón de cosas mejor. Si alguien tiene alguna duda sobre la felicidad que aporta le recomiendo que se quede un buen rato observando las sonrisas y las lágrimas de felicidad de los que cruzan la meta de cualquier maratón... el dolor que han experimentado la mayoría de ellos durante la carrera y durante los meses de entrenamiento ha sido extremo, pero este es un dolor que te hace crecer y te hace estallar de felicidad al llegar a la meta. El otro dolor, el que yo experimentaba, solo te hace más mezquino. Así, correr, se convierte ahora para mi en una medicina preventiva contra ese dolor que conocí.
Tal vez no pueda ser mejor... pero sí que puedo hacer algunas cosas buenas.