jueves, 5 de junio de 2014

Secretos del Corazón

Una de las conocidas ventajas de la práctica del 'running' es el alto nivel de conocimiento del funcionamiento del propio cuerpo que alcanza todo aquel que lo practica con la suficiente perseverancia. Aprendemos a escuchar cada molestia, cada dolor, cada sensación. Sin embargo, hay cosas tan silenciosas que la experiencia, por dilatada que sea, es incapaz de descubrir. Conjuras contra nuestra salud que se fraguan con mucho sigilo en algún rincón interior de nuestro cuerpo. Aunque no soy nada hipocondríaco si soy bastante prudente y siempre he sido consciente de esta posibilidad,  por ello, desde que comencé a correr un poco más en serio, asumí  la necesidad de someterme periódicamente a pruebas de esfuerzo. En mi tercera ergometría, tres días después de correr el Trail de Bienservida, me llevé una desagradable sorpresa: parece que mi corazón guardaba algún secreto. Así empezó una nueva etapa en mi vida 'runner', con los entrenamientos reducidos a rodajes muy suaves (siempre pendiente del pulsómetro), visitas al cardiólogo,  pruebas diagnósticas   y (cómo no, en la era de internet)  muchas lecturas sobre las 'tortuosas' relaciones entre atletismo y problemas cardíacos. Lo peor de todo han sido los tiempos de espera, el 19 de febrero me hacía la prueba de esfuerzo que me enviaba a cardiología y, después de un ecocardiograma y otra prueba de esfuerzo, el 29 de mayo me sometía a la prueba definitiva: el cateterismo. Ahora tenemos todas las piezas del puzle para un diagnóstico definitivo... que dadas las fechas y la situación de las listas de espera en el mejor de los casos se producirá el próximo mes. Pero ya no estoy muy preocupado porque el cateterismo salió bien: mis coronarias están perfectamente y mi ventrículo izquierdo está sano. De momento vuelvo a entrenar, interrumpí todas las actividades cuando el cardiólogo me dijo que había que 'coger el toro por los cuernos' y someterme a un cateterismo diagnóstico para salir de dudas. En ese momento sí que me asusté, tenía previsto participar en el Medio Maratón de Albacete (aunque para hacerlo con un trote suave) y mi participación quedo reducida a la de espectador, eso sí: muy entusiasta. Mi objetivo para este mes es empezar a perder el par de kilos que he acumulado con el parón y recuperar poco a poco el fondo. Con mantenerme activo durante el verano me doy por satisfecho. La competición no me preocupa demasiado; si ya no puedo ir a 4:40 en un medio maratón pero sí puedo ir a 5:00,  tampoco es que exista gran diferencia, no estaba precisamente en la élite.