jueves, 28 de abril de 2016

I Trail de Bogarra


Equipazo
De nuevo vuelvo al trail, y esta vez debutando con el equipo (en realidad en febrero ya lo hice en una carrera en  Villena, pero yo no la llamaría trail, porque tuvieron que cambiar el recorrido por decretarse alerta 2) sin mucho entrenamiento, pero con mucha ilusión y muchísimas ganas.

He venido a disfrutar y a aprender y, antes de salir, pido consejo a mis compañeros sobre la conveniencia o no de llevar hidratación. No es necesario, la carrera es corta (18 Km) y tiene 3 avituallamientos.

Salida algo rápida
 
Salimos cuesta abajo, como si nos llevasen los demonios, pero yo voy reteniendo... sé que en apenas 400 metros comenzará la subida hasta el Picayo.  Así es, después de un pequeño tapón para cruzar el río, antes de que me de cuenta ya estoy subiendo, de momento puedo continuar corriendo, pero en seguida tengo que caminar, en fila india. Aquí noto ya mi falta de calentamiento y mi falta de forma física... no puedo mantener la posición, tengo que dejar paso a bastantes corredores más rápidos.  A duras penas, con nauseas y malestar, llego a la cima. El primer objetivo cumplido, durante  la subida iba pensando 'si vomito abandono y ya está...' No he vomitado, así que, después de hidratarme bien (un par de vasos de isotónica), continúo corriendo. Ahora tengo algo de cuesta abajo y algún llaneo, pero reservo todas las fuerzas para la subida al Padrastro. Esta subida se me hace más corta de lo que esperaba, será por la ansiedad de llegar a la pared, dónde hay que trepar un poco y por las vistas que compensan cualquier sufrimiento. Subo muy despacio, prácticamente toda la dureza de la carrera terminará en la cima del Padrastro. Una vez arriba tengo la tentación de quedarme un buen rato contemplando el paisaje, se ve toda la sierra. Pero no, me tomo otro par de vasos de isotónica y comienzo la larguísima bajada. Tengo las piernas tan cargadas que, a pesar de tener una cuesta abajo muy pronunciada,  a duras penas puedo bajar de 5 min/km... Me lo tomo con calma y resignación, es lo que hay.

En el kilómetro 14 hay alguna complicación, alguna bajada muy pronunciada con mucho barro, no es que sea muy complicado, pero al estar tan cansado todo se magnifica. Por fin llego al último avituallamiento en el kilómetro 15, es un paraje en el que he estado un montón de veces, precioso: El Batán. A partir de aquí pequeñas subidas y alguna bajada hasta llegar al pueblo.

Subida al Padrastro
 

Después de casi 3 horas consigo llegar, haciendo un esfuerzo final para entrar en meta corriendo. Mis compañeros hace ya un buen rato que llegaron. Ha sido una carrera estupenda, me ha encantado, estoy feliz. He conseguido terminar y no lesionarme. Sé que esto es el comienzo de una nueva fase, que solo puede ir a mejor. Mucho que aprender, mucho que entrenar y mucho que disfrutar en el futuro.

Muchas gracias a Gabi Picazo (El Rincón de Gabi) por las fotos
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viernes, 22 de abril de 2016

STREET RUN ALBACETE 10K.Otro punto de inflexión.

Este es el tercer año en el que la RFEA elige Albacete como parte de su circuito de 10K y 3 años llevaba queriendo participar en él. Por fin  este año lo he conseguido, y esto ya es por sí solo muy importante y positivo. El primer año estaba a punto de someterme a un cateterismo diagnóstico, por lo que estaba absolutamente retirado de las carreras. El segundo año, ya de vuelta en las carreras (con mi alta médica en el bolsillo), tenía un compromiso familiar. Por fin este año no había ningún inconveniente para participar, animado además por el buen pronóstico de mi última prueba de esfuerzo y por la ilusión de estrenar la camiseta del Club. Así fue hasta el pasado lunes, que empecé a experimentar síntomas de gripe, que fueron aumentando hasta que el jueves comencé a medicarme. De todas formas lo tenía claro: si no tenía fiebre correría; y así fue.


Con gafas oscuras y gesto de concentración...
Correr por las calles de Albacete, sobre todo por el centro, es siempre un placer para mi, si además ocurre como el sábado, que hay un buen número de personas animando en todo el recorrido, mucho mejor. No afrontaba la carrera con esperanzas de hacer un buen tiempo (la pretensión de bajar de 45:00 de una vez por todas me queda en estos momentos bastante lejana), mi intención era más bien terminar, no lesionarme y no sufrir demasiado y así fue. Los primeros cinco kilómetros los hice junto a Manuel, con cierta comodidad pero no demasiada, me costaba mantener su ritmo (a pesar de que era solo un poco más rápido de 5 min/km). En la segunda parte él decidió acelerar (al final terminó la carrera con una media de 4:40 min/km), nos despedimos, me dio ánimos y conseguí mantener más o menos el ritmo poco por encima de los 5 min/km y terminar, agotado y sin fuerzas para un sprint final, en 51 minutos (49 en tiempo real). Satisfecho por haber terminado bien la carrera a pesar de la mala salud, y sobre todo porque la carrera fue la medicina definitiva, no he vuelto a tener noticias de esa incipiente 'gripe'.

Sigo sin encontrar la carrera que suponga para mi un punto de inflexión; esa que me diga que ya he recuperado la forma, pero conozco el camino: pasar más horas en el gimnasio, correr más, perder peso... no hay secretos.