lunes, 15 de junio de 2015

XX Medio Maratón Internacional Ciudad de Albacete: Disfrutar o sufrir

Participar en el Medio Maratón de Albacete siempre es algo muy especial. Es la carrera de mi ciudad, la  media maratón en la que debuté, la carrera imprescindible desde aquella primera vez en 2010. Es, además,  la carrera en la que siempre busco hacer una buena marca, nunca entendería esta como un entrenamiento (eso queda para otras). Este año era todo un privilegio poder volver a disputarla, después de mi ausencia del año pasado, después de haber estado con un pié fuera de este mundillo de las carreras. Muchas ganas, muchos nervios (como si fuese la primera vez) pero, lamentablemente,  una escasa preparación. Consciente de mi corto estado de forma la idea era terminarla, no sufrir demasiado, no lesionarme e intentar disfrutar al máximo. Podría haber hecho como en Almansa, colocarme al final de la carrera e ir de menos a más, adelantando puestos. Pero no fue así. Quedé con Ángel y Pedro que, como siempre tenían intención de hacer una buena marca (sobre todo Pedro, por debajo de 1.30), tenían un dorsal del segundo cajón... y yo, llevado por el entusiasmo, me coloqué justo detrás de ellos, de forma que, cuando retiraron las separaciones de los cajones, quedé al lado de Ángel. Decidido: intentaría seguir su ritmo si me encontraba cómodo.
Comenzó la carrera y, como estaba tan adelantado, en pocos metros pude correr cuanto quise, sin aglomeraciones, ni tapones ni nada...una gozada si lo que buscas es hacer marca... un error si lo que quieres es terminar dignamente. En el primer kilómetro ya perdía a Ángel,  una cosa es salir con entusiasmo y otra aguantar su ritmo. Aún así los tres primeros kilómetros fueron de los más rápidos de mi vida en un medio maratón (4:31, 4:25, 4:34) me encontraba cómodo, pero era consciente de que no podría aguantar ese ritmo. Mi estado de forma es mucho peor que el de mi participación de  2013 (aquella en la que conseguí bajar de 1:40) y consciente de eso decidí ser más conservador y bajé el ritmo, con estar por debajo de los 5 minutos me valía (mis parciales desde el kilómetro 4 hasta el 10 fueron: 4:44, 4:54, 4:55, 5:10, 5:01, 4:53, 4:51)). La verdad es que, con todas las dudas del mundo, creía que podría mantener un buen ritmo durante toda la carera, sufriendo un poco (esto no es gratis). Hasta el kilómetro 10 todo fue razonablemente bien, es la vuelta corta, más céntrica, con más animación... Al girar el Puente Madera supe que no podría mantener ese ritmo... nueva negociación con mi mente... intentaría mantenerme a 5 minutos el kilómetro. En ese momento comprendí que el sufrimiento ya no entra mis planes como corredor... tengo todavía demasiado miedo e intento correr siempre dentro de una zona con cierto confort.


Poco a poco fui perdiendo velocidad, sobre todo cuando pasado el kilómetro 12 me adelantó el globo de 1:45... fui absolutamente incapaz de engancharme a su ritmo, me sentía muy pesado. Hasta que volví al Parque Lineal fue bastante insufrible. A partir de ese momento (ya pasada la zona 'fea' de la carrera) mejoré al menos psicológicamente, volví a encontrarme un poco más cómodo, aunque era incapaz de aumentar el ritmo. En el kilómetro 19 marqué mi peor kilómetro. 5:35... Pero ya quedaba muy poco, y había guardado bastante eso me permitió aumentar el ritmo considerablemente en la Avenida de España, incluso llegar a meta esprintando.
No estuvo mal, la verdad es que hice mejor tiempo que en Almansa... y a pesar de ello estoy mucho menos satisfecho... Pero hay que ser realistas, poder correr y participar en la Media de Albacete es un privilegio...aprovechémoslo mientras podamos.






2 comentarios:

  1. ¡Que ganas tenía de ver esta crónica! Lo importante es que la terminaste, y además, como ya sabes todo es relativo...Seguramente tu peor kilómetro a 5:35, puede ser un estupendo kilómetro para muchas otras personas ;-)

    En cualquier caso, que las sensaciones fueron buenas, seguro.

    Saludos...Edu

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  2. Muchas gracias, la verdad que el simple hecho de correr en tu ciudad es ya todo un privilegio. Siempre queda esa sensación que me hace pensar que podría haberlo hecho mejor...que debería entrenar más, pero por ahora 'esto es lo que hay'. Quizás algún día pueda volver a 'darlo todo'... por el momento a disfrutar de lo que tengo.
    Un abrazo

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