jueves, 22 de octubre de 2015

XXVIII Media Maratón de Hellín. Hay margen para mejorar

Desde la última entrada, en la que contaba mis sensaciones en la Media Maratón de Albacete, han pasado un buen montón de cosas, he seguido entrenando con algo más de frecuencia que otros veranos (pero con poca calidad) y he competido en alguna carrera (sigo siendo muy selectivo y por eso han sido más bien escasas, solo Alcalá del Júcar y Chinchilla ). A pesar de que haber entrenado más de lo que es habitual en mi los progresos han sido casi inexistentes. Al menos hasta la semana anterior a la Carrera de Chinchilla, en la que decidí aumentar el ritmo en los rodajes.  Llevaba demasiado tiempo aburrido, llevando un ritmo lastimero y corriendo casi sin ganas... hasta que un día aumenté el ritmo y con él mis buenas sensaciones y mi estado de ánimo.

He vuelto también al gimnasio, desde el mes de septiembre, así que ahora los días de descanso de carrera los dedico a "ponerme fuerte". Ha sido un poco inquietante comprobar lo lejos que estoy de un buen estado de forma (a pesar de llevar ya 6 años corriendo ininterrumpidamente). Tengo mucho recorrido por delante todavía hasta ponerme 'en forma' pero, por fin, creo que estoy en el buen camino.

En la media de Hellín pude comprobar, una vez más, la cantidad de corredores que ahora me adelantan y que hace poco más de un año yo superaba con facilidad. Eso sí, cada vez va disminuyendo este número (por lo menos en cuanto a los conocidos). La carrera no se me dio mal, de mis tres participaciones ha sido la mejor (aunque la primera no cuenta porque corrí acompañando a un amigo que por aquel entonces llevaba un ritmo por debajo del mío). Salí, siguiendo la estrategia de la media de Almansa que tan buenas sensaciones me dio, desde muy atrás, con intención de ir mejorando poco a poco e ir superando corredores... aunque en esta ocasión, como me encontré bien, empecé muy pronto a adelantar... hasta la primera cuesta, que me pilló algo desprevenido (tengo mala memoria) y se me hizo más dura de lo que esperaba. En la segunda vuelta no tuve tantos problemas con esta cuesta, una vez conocida  solo tuve que reservar un poco más. Salvo eso, el resto fueron buenas sensaciones y bastante confianza, incluso pude esprintar en la llegada ... aunque no al cien por cien para no adelantar en los últimos metros a la pareja que iba delante de mi  y también para no acabar vomitando.
Parece que tengo un buen enfoque en mis entrenamientos,  todavía me quedan unos cuantos kilos de grasa que perder y otros tantos de músculo que ganar (esto último va a ser más difícil), pero mi intención es más estar en forma que mejorar mis tiempos de carrera...aunque supongo que esto será una consecuencia de lo primero. Pero sobre todo quiero correr con más alegría, correr más rápido y con más brío aunque sea distancias más cortas. Y volver a la montaña... El gimnasio creo que me vendrá muy bien para cumplir estos deseos.
Esta es la media de Hellín desde mi Garmin:


lunes, 15 de junio de 2015

XX Medio Maratón Internacional Ciudad de Albacete: Disfrutar o sufrir

Participar en el Medio Maratón de Albacete siempre es algo muy especial. Es la carrera de mi ciudad, la  media maratón en la que debuté, la carrera imprescindible desde aquella primera vez en 2010. Es, además,  la carrera en la que siempre busco hacer una buena marca, nunca entendería esta como un entrenamiento (eso queda para otras). Este año era todo un privilegio poder volver a disputarla, después de mi ausencia del año pasado, después de haber estado con un pié fuera de este mundillo de las carreras. Muchas ganas, muchos nervios (como si fuese la primera vez) pero, lamentablemente,  una escasa preparación. Consciente de mi corto estado de forma la idea era terminarla, no sufrir demasiado, no lesionarme e intentar disfrutar al máximo. Podría haber hecho como en Almansa, colocarme al final de la carrera e ir de menos a más, adelantando puestos. Pero no fue así. Quedé con Ángel y Pedro que, como siempre tenían intención de hacer una buena marca (sobre todo Pedro, por debajo de 1.30), tenían un dorsal del segundo cajón... y yo, llevado por el entusiasmo, me coloqué justo detrás de ellos, de forma que, cuando retiraron las separaciones de los cajones, quedé al lado de Ángel. Decidido: intentaría seguir su ritmo si me encontraba cómodo.
Comenzó la carrera y, como estaba tan adelantado, en pocos metros pude correr cuanto quise, sin aglomeraciones, ni tapones ni nada...una gozada si lo que buscas es hacer marca... un error si lo que quieres es terminar dignamente. En el primer kilómetro ya perdía a Ángel,  una cosa es salir con entusiasmo y otra aguantar su ritmo. Aún así los tres primeros kilómetros fueron de los más rápidos de mi vida en un medio maratón (4:31, 4:25, 4:34) me encontraba cómodo, pero era consciente de que no podría aguantar ese ritmo. Mi estado de forma es mucho peor que el de mi participación de  2013 (aquella en la que conseguí bajar de 1:40) y consciente de eso decidí ser más conservador y bajé el ritmo, con estar por debajo de los 5 minutos me valía (mis parciales desde el kilómetro 4 hasta el 10 fueron: 4:44, 4:54, 4:55, 5:10, 5:01, 4:53, 4:51)). La verdad es que, con todas las dudas del mundo, creía que podría mantener un buen ritmo durante toda la carera, sufriendo un poco (esto no es gratis). Hasta el kilómetro 10 todo fue razonablemente bien, es la vuelta corta, más céntrica, con más animación... Al girar el Puente Madera supe que no podría mantener ese ritmo... nueva negociación con mi mente... intentaría mantenerme a 5 minutos el kilómetro. En ese momento comprendí que el sufrimiento ya no entra mis planes como corredor... tengo todavía demasiado miedo e intento correr siempre dentro de una zona con cierto confort.


Poco a poco fui perdiendo velocidad, sobre todo cuando pasado el kilómetro 12 me adelantó el globo de 1:45... fui absolutamente incapaz de engancharme a su ritmo, me sentía muy pesado. Hasta que volví al Parque Lineal fue bastante insufrible. A partir de ese momento (ya pasada la zona 'fea' de la carrera) mejoré al menos psicológicamente, volví a encontrarme un poco más cómodo, aunque era incapaz de aumentar el ritmo. En el kilómetro 19 marqué mi peor kilómetro. 5:35... Pero ya quedaba muy poco, y había guardado bastante eso me permitió aumentar el ritmo considerablemente en la Avenida de España, incluso llegar a meta esprintando.
No estuvo mal, la verdad es que hice mejor tiempo que en Almansa... y a pesar de ello estoy mucho menos satisfecho... Pero hay que ser realistas, poder correr y participar en la Media de Albacete es un privilegio...aprovechémoslo mientras podamos.






miércoles, 3 de junio de 2015

El primer medio maratón


En 2010 corría mi primer medio maratón: el Medio Maratón de Albacete, con mis amigos y en mi ciudad. Una experiencia única que puedo revivir en parte gracias a la crónica que escribí en mi pequeño diario de entrenamientos. Todo ha cambiado bastante desde esa primera vez, pero mi deseo para el próximo domingo (XX Medio Maratón Ciudad de Albacete) y para los próximos es tener siempre esa sensación de primera vez. Cada carrera es única, la ilusión de correr por primera vez es lo que hace que cada una sea tan especial.
Esta fue mi crónica del Medio Maratón de Albacete 2010, se que ha pasado mucho tiempo porque todo ha cambiado mucho...incluso tengo que hacer cuentas si quiero saber cuantas medias llevo (creo que unas 18), pero parece que fue ayer... y que llevo apenas unos días corriendo.
"Suele ocurrir con los eventos importantes y agradables, los que uno ha estado preparando durante mucho tiempo, visualizando día a día su realización, que al final se pasan rapidísimos, dejándonos un agradable sabor pero a la vez un vacío, una sensación de que podríamos haber disfrutado más, haber sido más conscientes de lo especial y único que era ese momento. A pesar de eso, de lo rápido que fue todo, ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. La euforia creo que me va a durar bastante tiempo.Parece un sueño, apenas hace un par de meses estaba lesionado… pensaba que no podría volver a correr… el médico lo único que me recomendaba era reposo e ibuprofeno… y aún así… no solo he conseguido recuperarme, no solo he conseguido terminar la media, no solo he conseguido hacerlo en menos de dos horas… ¡He conseguido hacer un tiempo real de 1:44:26! Y no solo eso… no he llegado extenuado a la meta… he podido además acompañar a Angel  y darle ánimos en los últimos 5km. que para él han sido de mucho sufrimiento. Lo he conseguido, con constancia y más o menos con método…  lo he conseguido… y, a pesar de que me hubiese gustado cambiar algunas cosas de la carrera: disfrutar un poco más, que Angel hubiese estado mejor (como suele estar) y haber apretado un poco esos últimos 4 o 5 km, que Javier me hubiese visto entrar, o mejor todavía, que hubiese entrado conmigo…bueno, a pesar de todo eso ha sido una experiencia extraordinaria, por el esfuerzo que ha supuesto y porque ha sido compartida. Como decía Manolo esta mañana ¡He corrido la Media Maratón de Albacete con mis amigos! Pero es que no solo ha sido hoy… hemos compartido durante unos meses un objetivo, una meta y mucha ilusión.Me parece mentira. Sobre todo cuando pienso en aquel primer momento en el que se me pasó por la cabeza correr la media maratón de Albacete… hace unos años… y como abandoné pronto el objetivo… y como me abandoné yo también… pero  ya me recuperé de todo aquello, y ahí estaban mis amigos para acompañarme esta vez y, esta vez sí, conseguir cruzar la meta ¡y de qué manera!La noche anterior no fue muy buena, aunque creo que suele ocurrir, no me encontraba del todo bien, pensaba que me estaba constipando y que tenía algún problema intestinal… sobre todo tenía algo de pánico… tanto tiempo preparándola… ¿y si fallaba?. Y encima parecía que nos iba a caer el diluvio universal en la carrera…
Por la mañana no me encontraba del todo mal… pero tampoco podría decir que estaba en mi mejor momento. Me alegré mucho al ver que el tiempo no era malo, amenazaba lluvia pero no demasiado, brillaba el sol pero no mucho… un buen día para correr. Eso me hizo sentirme mejor. Desayuné de forma abundante, me vestí, preparé la mochila con algunas cosas, desperté a Javier que estaba cansadísimo por la comunión del día anterior y a eso de las 8:45 salí hacia la casa de los padres de Pedro, dónde habíamos quedado. Fui en coche, porque ya llegaba con el tiempo muy justo y, afortunadamente, conseguí aparcar no muy lejos de la salida. Por el camino me encontré con bastantes atletas que se dirigían hacia la Avenida de España… poco a poco iba recuperando el ánimo. Conforme iban llegando mis amigos: Angel, Pedro y Manolo me fui encontrando mejor… no tenía ya ninguna molestia y el nerviosismo me estaba activando positivamente. Subimos a su casa, ya con el tiempo algo justo, dejamos las cosas y bajamos ya cambiados y con los dorsales colocados. Apenas me dio tiempo a comerme el último plátano de forma compulsiva y nos fuimos a calentar a la Avenida de España… con el tiempo demasiado justo ya… apenas corrimos un poco, estiramos lo justo, conocimos a Adela (la mujer de un amigo de Pedro) que correría con nosotros y nos reunimos con Juanjo (el hermano de Manolo), Santi Denia (un amigo de ambos… ex jugador de futbol bastante famoso) y algún amigo más. Buscamos el globo de 1:45 y nos colocamos bastante más atrás… en lo que consideramos que era nuestro objetivo (1:50 aproximadamente)… demasiado atrás, como siempre nos pasa. Sonó el disparo y salimos a paso lentísimo… el tapón era enorme. La primera vuelta al parque fue un calentamiento a trote lento (que no nos vino mal) durante los primeros momentos fui pendiente de todo el grupo, de mantenernos juntos por lo menos la primera vuelta… pero pronto comprendí que era una tarea imposible para mi… así que me puse al lado de Angel y sugerí a los demás que cada uno se ocupase de no perderse… desde ese momento seguí el ritmo que Angel marcaba, que poco a poco fue más exigente y conforme el pelotón se aclaraba, sobre todo después de la primera vuelta al parque, fuimos aumentando muy suavemente la velocidad. Lo peor eran los adelantamientos… para poder seguir a su lado tenía que adelantar a mucha gente… afortunadamente ya he aprendido a hacerlo de forma suave en las carreras previas a la Media… y no me supuso mucho esfuerzo. Lo tenía claro, si conseguía llevar su ritmo durante la primera vuelta terminaría la media… si llegaba con fuerzas podría dar una segunda vuelta a ese ritmo… y si no, sabía que podría bajar el ritmo para recuperar y terminar decentemente.  El globo de referencia estaba algo lejos… pero corríamos con un ritmo muy constante hacia él… sin forzar, sin acelerar demasiado pero recortando metros muy poco a poco… la carrera era larga, habíamos salido muy despacio, pero teníamos todavía muchos kilómetros por delante para alcanzarlo. Al llegar al Parque Lineal, más o menos a la altura de “la Pajarita” vi a Javier, Gloria y Shara y los saludé muy efusivamente gritando para que me viesen y agitando el brazo, me animaron, me aplaudieron y eso me dio las primeras alas de la carrera. A esas alturas de la carrera estábamos muy lejos de la cabeza, como siempre nos habíamos colocado muy atrás, y esa primera vuelta al parque fue especialmente lenta… nos vino bien para terminar de calentar pero entre la salida tardía y esos primeros kilómetros lentos perdimos unos pocos minutos. El globo azul estaba a la vista, no parecía demasiado lejos… aunque estaba mucho más lejos que al principio. En principio la idea de cogerlo fue solo un objetivo a largo plazo, pero no algo descabellado. Yo seguía manteniendo el ritmo de Angel, adelantando a corredores con el mínimo esfuerzo posible y vi que Manolo, Angel y Adela habían quedado muy atrás. En cuanto giramos de  la Avenida de la Estación hacia el Parque Lineal Pedro nos alcanzó, dijo que Adela llevaba un ritmo lento y que prefería llevar el nuestro, yo le comenté que debía habernos alcanzado más lentamente, que todavía quedaba mucha carrera por delante. Cuando llevábamos con él un par de kilómetros nos comentó que nuestro ritmo quizás era demasiado fuerte pare él, que así no aguantaba toda la carrera. Yo le recomendé que por lo menos la primera vuelta la aguantase a ese ritmo, el dijo que si adelantábamos al globo azul el nos dejaría tirar. Yo iba cantando los tiempos cada dos kilómetros (para no agobiarnos demasiado) y todo el tiempo estábamos por debajo de 5 minutos por kilómetro, eso nos daba bastantes ánimos y, a este ritmo completamos la primera vuelta, Pedro decidió bajar un poco el acelerador y nosotros seguimos igual. En la Calle Ancha nos encontramos con Gloria, Javier, Shara, Isabel, Guillermo y Alejandro (se habían acercado un poco más a la meta para vernos pasar por segunda vez) ya llevábamos 12 km y me encontraba fenomenal, casi me daban ganas de acelerar un poco más. En el Parque Lineal, por fin, dimos caza al globo de 1:45 y durante un buen rato nos mantuvimos con él. En el km 16, al pasar el parque de bomberos lo adelantamos, pero Angel empezó a mostrar los primeros síntomas de cansancio así que bajamos un poco el pie del acelerador y el globo nos adelantó unos metros. Al llegar al Parque Lineal comenzó a llover, una lluvia muy fina que nos vino muy bien… pero todo parecía como en silencio, nadie animaba… de echo había muy poca gente… fue una sensación extraña. Al pasar por la Fábrica de Harinas saludé a Pepe Alberola (Jefe del servicio de Deportes), el globo estaba a escasos metros de nosotros y Angel tenía cara de estar pasándolo francamente mal. De no ser así, si hubiese estado como yo habría tirado más fuerte esos últimos kilómetros; estaba tan cerca la meta. De vez en cuando le daba ánimos y le hacía algún comentario para hacer un poco más llevadero el camino, el me dijo varias veces que tirase pero yo lo tenía claro; estaba allí gracias a él, por su ayuda en el entrenamiento de la pulgosa, por la Sansilvestre y esta carrera me había limitado a seguir su ritmo (aunque era yo el que llevaba el cronómetro me limité a cantar las cifras). Llegamos al kilómetro 18 con un tiempo de 1:28:55, me parecía increíble y en ese momento habría acelerado, así me lo volvió a aconsejar Angel pero no, yo prefería llegar con él, estaba aguantando muy bien y seguro que haríamos un tiempo por encima del soñado… qué más daba rebajar un minuto o dos más. La llegada al kilómetro 20 me dio una euforia trementa ¡Con un par Angel! ¡Ya estamos!, le dije… me volvió a decir que tirase yo pero no… aceleré un pelín solo para llevarlo, teníamos una pequeña cuesta (la del parque) y sé que le costaría mucho, llevaba bastante tiempo sufriendo, yo estaba tan contento que no me acordaba del cansancio. Al girar la fuente aceleramos un poco más ¡Con estilo! ¡Que no se note que venimos muertos! Le dije. Y así entramos en meta, paré mi cronómetro en 1:44:30, se lo mostré a Angel y nos abrazamos ¡que tiempazo! … Avanzamos hasta el polideportivo y yo cogí un zumo, estaba eufórico, Angel no tenía ni fuerzas ni ganas de zumo y se limitó a beber agua…a los pocos minutos vino Gloria con Javier y Shara… Javier no me había visto pasar por meta… les pilló un poco despistados…¡no nos esperaban tan pronto! Estuvimos un rato esperando a Manolo y a Pedro antes de recoger las bolsas, pero, como nos estábamos quedando helados, primero las recogimos y nos pusimos el cortaviento y luego (ya abrigados) los esperamos… cuando llegaron fue la euforia total: ¡¡lo habíamos conseguido los cuatro!! Javier estaba contentísimo, no terminaba de tener muy claro antes de la carrera que su padre la terminase… y lo había conseguido en menos tiempo del que le dije que lo haría.
En definitiva ha sido una experiencia tremenda… tanto por el resultado como por la preparación y por el hándicap de la lesión… eso le ha dado un tinte de heroísmo.
Ahora a preparar la próxima."



viernes, 22 de mayo de 2015

Medio Maratón de Almansa 2015

Por distintas circunstancias llevaba ya un par de años sin participar en esta estupenda carrera. Si no fuese porque Albacete es mi ciudad y correr por ella en la mañana del domingo del medio maratón es algo muy especial, la media maratón de Almansa sería mi media favorita. Lo tiene todo: una organización inmejorable, un trato genial a los corredores, un buen  recorrido  y, sobre todo, una animación espectacular. El público te lleva en volandas gran parte de la carrera. En mi anterior participación,  en 2012, tuve uno de los mejores momentos de mi vida como corredor; en medio de un enorme chaparrón el público coreaba al unísono una frase de ánimo que me emocionó muy profundamente, fuera de contexto resulta una cosa un poco ñoña, pero en mitad de la carrera, calado hasta los huesos, fue muy emotivo.
Este año terminé muy contento, quizás porque mis expectativas eran más bien bajas... terminar la carrera ya era para mi un triunfo. Tuve que ir solo a Almansa, sin muchas ganas y el calor era sofocante,  a pesar de haber bajado unos cuantos grados las temperaturas en los últimos días. Durante el calentamiento me agobié bastante (esas neuras que últimamente tengo relacionadas con mi reciente paso por el cardiólogo) y, además, no podía parar de estornudar. Así que me lo tomé con calma, me puse al final de la carrera, a la sombra e intenté tranquilizarme mientras esperaba el disparo de salida. Para empeorarlo todo nuestra 'querida presidenta' era la encargada de dar la salida... Hay que ser positivo, a partir del pistoletazo de salida todo tenía que ir a mejor. Así fue, cuando tomas parte de una carrera con otras 3500 personas, la euforia termina por atraparte. Salí tranquilo, pero muy animado, buscando desde los primeros momentos alguien que llevase un ritmo cómodo para seguirle. No tenía pensado mirar el reloj, mejor dejarme llevar por las sensaciones. A los pocos minutos me adelantó una 'chica Hoko', en otras circunstancias no habría dudado seguir su ritmo, pero mi momento de forma actual es bastante penoso. Últimamente tengo la teoría sobre la ropa de Hoko que más o menos viene a decir que el ritmo que puedes llevar en un medio maratón es directamente proporcional a lo bien que te sienta la ropa de esa marca... y la camiseta "Sora III" que yo estrenaba me sentaba fatal (no así su "Suika") Así que seguí tomándomelo con mucha calma, adelantando solo si tenía hueco, buscando diferentes corredores como referencia para seguir su ritmo y evitando cambios de ritmo bruscos y zizagueos... Eso me dio muy buen resultado, toda la carrera tuve la sensación de ir cómodo, adelantando posiciones y de menos a más, sin llegar a forzar. Conseguí adelantar a corredores que antaño dejaba atrás con facilidad, pero que últimamente tenían más nivel que yo.  Así, poco a poco, con comodidad y sin demasiada fatiga, llegué a meta relativamente fresco, con fuerzas suficientes para esprintar (aunque ni siquiera en el sprint final lo dí todo).
El 7 de junio es la media de Albacete, será el momento de esprimirse un poco más intentando acercarme a mi marca de 2013 (que ahora parece tan inalcanzable como...) Esta es mi carrera desde el punto de vista de Garmin: ).

jueves, 16 de abril de 2015

Desafío Lurbel Calar del Mundo 2015 - 25K

Cuando estaba preparando mi primera media maratón, la Media Maratón de Albacete del 2010, solía repetir a mis amigos, cada vez que salía el tema sobre nuestras expectativas de tiempo: "yo dos horas corriendo no estoy". Aunque la frase hacía bastante gracia, lo decía también en serio... o terminaba antes de ese tiempo o no terminaría... porque no me imaginaba manteniendo un esfuerzo durante tanto tiempo. Mis expectativas se cumplieron y terminé en 1:45. Aunque ese límite ya hace tiempo que quedó atrás, el pasado domingo fue absolutamente pulverizado, más de 5 horas de carrera... y se puede (eso sí, caminando mucho y parando prácticamente una hora entre avituallamientos y tapones).




Mi paso por El Padroncillo (1586 m)
Puedo decir que esta ha sido mi verdadera primera carrera de montaña; había participado en un par de ellas antes, de las que se idearon el año pasado dentro del Circuito de Carreras Populares Diputación de Albacete para servir de entrenamiento para la Quijote Legent, pero  nada que ver, esta ha sido una verdadera carrera de montaña, las otras muy buenas como entrenamiento, como pequeña muestra de lo que es esto. Si este mundillo me atraía, ahora soy un verdadero converso.

Llegué a Riópar a tiempo para ver la salida de la prueba de 45K en la que participaba Pedro, a él no pude verlo entre la multitud. Emocionante la arenga del speaker antes de la salida, que, acompañada de la lluvia, le daba un tono bastante heroico. Tenía todavía hora y media para prepararme antes de mi salida, así que me lo tomé con bastante calma, recogí mi dorsal, busqué un bar para desayunar y después me fui al coche para protegerme de la lluvia y cambiarme tranquilamente. A las 9:15 ya estaba "preparado" en la cola del pelotón, aguantando una lluvia todavía muy fina y contagiándome del ambiente y del entusiasmo. Conocía parte de lo que me esperaba porque había hecho el recorrido un mes antes... pero el Padroncillo me daba terror, no las tenía todas conmigo, abandonar o no entrar en el límite de tiempo entraba dentro de lo razonable. Mentalmente me había hecho mis expectativas de tiempo parciales, pero pronto descubrí que no tendrían nada que ver con mi entrenamiento del mes anterior. No es lo mismo correr con 1000 personas que correr con 2...A los pocos minutos ya estábamos parados y, antes de llegar a la Casa de la Noguera, nos detuvimos casi diez minutos para cruzar un rio... no me preocupaba, no estaba allí para batir ningún record. En la Casa de la Noguera ya llevaba bastantes minutos más que en mi entrenamiento con Pedro, un trago largo de agua y a seguir, tenía una bonita y corta bajada hasta la pista forestal. Ese fue mi primer momento 'disfrutón' del día. Todavía me mantenía con el grueso del pelotón, pero sabía que en la subida a la Caseta de los Pastores me quedaría atrás... Así fue; en la ascensión de más de dos kilómetro me fueron superando un gran número de corredores... Poco entrenamiento y pocas fuerzas... nada que no supiese. Una vez arriba llegaba el segundo momento divertido, una buena senda de bajada que conocía y por tanto podía disfrutar. Sin problemas hasta llegar al siguiente avituallamiento en Los Chorros. Sobrecogedora  la llegada, a pesar de que conocía el lugar desde mi infancia y había estado ahí innumerables veces el paisaje y las paredes del Calar me parecieron más hermosas que nunca. En el avituallamiento el ambiente era tan bueno y tan acogedor que daban ganas de quedarse... y así lo hice durante unos buenos minutos hidratándome y comiendo algo de fruta y algún gel. Todo era tan perfecto y todo el mundo era tan amable y tan alegre que, por alguna razón, me vino a la cabeza un pasaje del Nuevo Testamento, el  de la transfiguración de Jesús en lo alto de un monte en el que Pedro propone que se queden ahí... sí, daban ganas de montar una tienda y quedarse allí... pero no... había que continuar, todavía quedaba más de la mitad...y sobre todo El Padroncillo. Desde Los Chorros hasta el Puerto del Arenal (dónde había un control de tiempo que me apartaría de la carrera si pasaba por él en más de 3 horas) el recorrido se podía correr... bueno, a no ser que como en mi caso las fuerzas fuesen ya más bien justas (el próximo año seguro que es así). Llegué a tiempo,  en 2.36:26 dentro del límite pero más de 30 minutos por encima de mis pretensiones. A partir de allí comenzaba la dura ascensión al Padroncillo... me lo tomé con mucha calma y después de mucho sufrimiento, muchas paradas y una pequeña caída conseguí hacer cima en algo más de una hora (3:41:57 desde el inicio... otra media hora más que añadir a mis cálculos iniciales). Una vez arriba pensé que el trabajo estaba prácticamente hecho, me puse el cortavientos y comencé a bajar muy tranquilamente, si no cometía ningún error llegaría a meta a tiempo. El descenso fue más difícil de lo que pensaba, sobre todo por el lamentable estado de mis piernas, que apenas tenían fuerzas para mantenerme en pie. Cuando dejamos la cresta y comenzó el sendero todo mejoró bastante. Un sendero excelente para correr (si no fuese porque las fuerzas ya no me lo permitían).

A duras penas llegué al último avituallamiento en el campamento de San Juan... Más isotónica, más fruta, algo de frutos secos, lo suficiente como para poder correr un poco más. Conocía muy bien el recorrido, sabía que era muy bueno, más bien cuesta abajo (salvo alguna cuestecilla ya en el pueblo), lástima no poder correr hasta el final... con algo de fuerza y sin calambres habría sido estupendo. Cuando habían pasado 5 horas, y 24 minutos desde la salida conseguí cruzar la meta. Satisfecho por haber llegado y con un montón de cosas aprendidas por el camino acerca del entrenamiento, de la equipación y de como afrontar una carrera de este tipo. Siempre me han atraído las carreras de montaña, pero ahora estoy absolutamente convencido... estas son las carreras que quiero hacer, el asfalto está bien, pero esto es casi mágico. Eso sí, todavía tengo mucho que aprender y muchísimo que entrenar... Ahora sé que puedo hacerlo, lo he hecho... pero la próxima vez debo hacerlo muchísimo mejor. El próximo objetivo: 'ponerme fuerte' ... esto está genial, pero hay que estar muy en forma para disfrutarlo de verdad.

jueves, 19 de marzo de 2015

Días de mucho...

Por fin una semana directamente enfocada, muy enfocada, a la preparación del Desafío Lurbel Calar del Río Mundo. Comencé el lunes con una carrera regenerativa (para recuperarme de la buena sesión de entrenamiento trail en La Felipa del domingo), el miércoles unas buenas cuestas recorriendo el track del trail de Chinchilla del año pasado y el sábado el plato fuerte: un entrenamiento siguiendo el recorrido del propio Desafío Lurbel en Riopar. Mi intención era recorrerlo entero para ver que me encontraré en abril, pero, por desgracia las fuerzas estuvieron más bien justitas, y el tiempo también. Al llegar a Los Chorros (el Nacimiento del Rio Mundo) tuvimos que replantear el recorrido y dejarnos el Padroncillo sin subir. Aún así estoy medianamente satisfecho, creo que con un poco más de entrenamiento conseguiré terminar el Desafío en un tiempo razonable (dentro de los límites que establece la organización). Me va a costar y voy a sufrir, pero creo que también podré disfrutar del recorrido.
Por contrapartida esta semana nada de nada. Debería haber salido el domingo a estirar las piernas con un trote regenerativo. No lo hice y he tenido agujetas hasta el miércoles... hoy intentaré salir, y el sábado a darlo todo en las 10 Millas de Madrigueras, una carrera muy especial para mi.
Un receso en la subida a la Caseta de los Pastores
Este fue el recorrido desde el punto de vista de mi Garmin. Lo mejor la compañía de Pedro y,como siempre, la belleza de Riopar.






miércoles, 18 de febrero de 2015

La dureza del Trail

El pasado sábado, mientras realizaba un entrenamiento trail con Pedro en las inmediaciones de su pueblo (La Felipa), me preguntaba en que momento habría yo llegado a la conclusión de que en abril podría estar en condiciones de participar (con cierta dignidad) en el Desafío Lurbel. Evidentemente no estoy en buena forma. Una cosa es que, después del parón del pasado año, haya conseguido terminar un par de medios maratones con cierta facilidad (aunque en un tiempo más discreto que en otras ocasiones) pero un trail... eso son palabras mayores, sobre todo con la falta de entrenamiento en cuestas que acumulo. Pero bueno, aún podemos hacer algunas cosas: alguna salida en fin de semana, volver al gimnasio y fortalecer... en fin, poco a poco. De momento muy contento con mis nuevas zapatillas (muy buenas sensaciones en el estreno de mis Saucony Xodus) pero algo decepcionado con mis hoy doloridas piernas.





viernes, 30 de enero de 2015

¿De verdad vas a participar en el Desafío Lurbel?

No se trata de una pregunta meramente retórica. Me inscribí en esta carrera quizás un poco impulsivamente,  por una parte sabiendo que es la carrera que más me interesa esta temporada pero también que, al menos de momento, mi estado de forma está lejos de ser el idóneo para disfrutarla. De todas formas aun  queda suficiente  tiempo hasta el 12 de abril como para prepararla adecuadamente. La pregunta viene precisamente por los pasos que se supone debería estar dando para la  preparación; quizás no hay demasiada relación entre mis deseos de disfrutar del Desafío y los entrenamientos que estoy llevando a cabo. Cuando terminé la Media de Santa Pola elaboré un plan , el cual estoy siguiendo actualmente (al menos de la forma en la que yo sigo mis planes... de forma laxa) cuyo objetivo era bajar de 45 minutos en el 10K que se celebrará en Albacete el siguiente fin de semana al Desafío Lurbel...es decir obvie la preparación del Desafío Lurbel... Bueno lo que si hice fue introducir algunos cambios en la programación de los entrenamientos para adaptarlos a otro tipo de carreras que me interesan esta temporada (este trail sobre todo y la Media de Albacete) y ¿cómo lo hice? pues 'a ojo'... alargué las tiradas largas (haciéndolas de 20 Km desde el principio), y decidí hacer cada semana al menos un día de cuestas (bien en un entrenamiento libre o bien participando en alguna carrera de montaña)... también tenía pensado realizar algún tipo de fortalecimiento del 'core' (sin especificar ni como ni cuando). Lo cierto es que el plan lo sigo 'más o menos', con las tiradas largas estoy satisfecho, pues las he hecho 6 domingos consecutivos (eso para mi es un logro) por lo que he recuperado algo de fondo. Pero de cuestas nada de nada, es lo malo de vivir en Albacete. Todavía no me he estrenado en el Circuito de Carreras Populares de este año (que las primeras semanas ofrece una buena oportunidad de hacer carreras de montaña, incluso algún pequeño trail) y tampoco me he acercado a la vecina Chinchilla par disfrutar de sus cuestas. Y de 'core' nada de nada. En fin, todavía es pronto y puedo rectificar... me conformo con hacer este domingo el séptimo largo consecutivo y con debutar en la montaña dentro de un par de semanas en el Trail de Bienservida, aunque me parece un poco arriesgado teniendo en cuenta las pocas cuestas que llevo encima, en algún momento hay que debutar. ¡Ah! y esta mañana si que he hecho algo específico en mi preparación de la Lurbel, me he comprado unas nuevas zapatillas de trail: las Saucony Xodus 5, estoy contento, por el buen camino...

martes, 20 de enero de 2015

26ª Mitja Marató Internacional Villa Santa Pola

 

Un año más mi participación en la Media Maratón de Santa Pola supone el inicio de mi particular temporada de carreras. Este año, como estoy especialmente bajo de forma, mucho más. A partir de mi resultado  he elaborado el próximo plan de entrenamiento a seguir. Llevo participando en Santa Pola desde el 2011 y este ha sido el año en el que peor marca he hecho, aún así estoy satisfecho con la carrera. Partía de una forma física bastante justita y a pesar de ello pude disfrutar de la carrera. Como siempre llegamos a Santa Pola muy temprano, antes de las 8:00 (la salida era a las 10:30) así que nos dio tiempo a recoger el dorsal sin tener que hacer prácticamente cola y a desayunar con mucha tranquilidad, sin embargo demoramos demasiado el momento de cambiarnos de ropa y dejar la bolsa en el guardarropa (hacía mucho frio y no apetecía estar demasiado tiempo en pantalón corto) por lo que, a pesar de la eficacia de los voluntarios del guardarropa, nos tocó hacer una buena cola para dejar la bolsa y llegamos a la salida apenas unos minutos antes de la salida. Ni cajones ni nada... tuvimos que entrar al fondo de la carrera, por lo que perdimos casi cinco minutos en la salida. Este año si que pude sufrir en mis carnes lo que significa formar parte de una masa de 9300 corredores, imposible correr en el inicio de carrera. Pedro enseguida se fue buscando huecos y según dice, a partir del kilómetro siete ya pudo correr a su ritmo. Yo no tenía tanta prisa, en un primer momento intenté seguir el ritmo de Ángel, que también iba buscando huecos y zigzagueando pero con algo más de tranquilidad que Pedro, pero aproximadamente en el kilómetro dos me di cuenta de que si seguía a ese ritmo de tirones y parones terminaría desfondándome. Así que me lo tomé con mucha tranquilidad, me dejé llevar más o menos por 'la masa' sin dar demasiados tirones, pensando que, en algún momento, la carrera se terminaría abriendo y podría correr 'a mi ritmo'. En el kilómetro diez llevaba ya perdidos ocho minutos respecto a mi tiempo del año pasado, evidentemente no era el día para hacer marca. A esas alturas de carrera si que podía correr a un ritmo un poco mejor y así lo hice, pero siempre a un ritmo muy cercano al 5:00, algo por debajo de éste, muy cómodo. Lo bueno es que toda la carrera estuve adelantando corredores y eso siempre transmite buenas sensaciones. Al final un tiempo oficial de 1:51:32 (1:46:48 real), el peor de todas mis participaciones pero muy satisfecho por lo que pude disfrutar.
Después de la carrera un buen arroz y una buena sobremesa con Ángel y con Pedro en La Cofradía. Un buen día para compartir con buenos amigos, una carrera que siempre quiero repetir.
 
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lunes, 5 de enero de 2015

Propositos para 2015

Este año no voy a ser muy ambicioso con los propósitos para el nuevo año que acabamos de desempaquetar. Sobre todo por no ser demasiado repetitivo, recuperando todas aquellas cosas que no he podido hacer el año anterior. Pero sí que hay algunas cosas que me gustaría hacer: sonreir más en las carreras (vaya caras que saco en las fotos) y correr los 10K  en menos de 45 minutos (en abril tendré una buena oportunidad). Bueno, hay algunas otras cosillas, pero no estaría mal si cumpliese estas. Lo que sí voy a hacer es marcarme  metas más cercanas, a corto plazo, como por ejemplo intentar correr al menos 3 días a la semana hasta el día de la Media de Santa Pola. Si la gripe me respeta este año también y puedo participar, me haré un plan para el 10K de Albacete en función del resultado (este año no creo que pueda bajar del 1:40 como el año pasado... estoy bastante peor). De momento con esto me vale.