XVII Vuelta de Peña de San Blas Elche de la Sierra

Iniciaba mi quinta participación en esta nueva edición de la Vuelta a la Peña de San Blas con un triple objetivo: no parar en ninguna cuesta,  no lesionarme y, en la medida de lo posible, disfrutar. Para el segundo ya traía un poco los deberes hechos de casa.. para no cumplirlo, pues llevo tres semanas con un tobillo tocado. Lo de no parar sabía que era más una declaración de intenciones, dado el estado de ánimo-forma en el que me encuentro últimamente. A pesar de que se me resintió el tobillo y de que tuve que caminar en más de un tramo y durante más tiempo de lo deseable terminé bastante contento y sí, puede decirse que, 'en la medida de los posible', disfruté. Desde la primera vez que participé en esta carrera he ido perdiendo tiempo año tras año. Pensaba que la mayor pérdida habría sido la de 2014, en la que hice la prueba en 1:20 aproximadamente, y tuve unas sensaciones espantosas... pero no, esta vez la he hecho en 1:24 batiendo todos mis records de lentitud en una prueba. A pesar de eso estoy contento... y es que lo cierto es que esperaba todavía menos... y las sensaciones no fueron tan malas... caminé porque estoy en un momento en el que el miedo me lleva a no soportar ni el más mínimo sufrimiento y el los últimos 300 metros tuve fuerzas suficientes como para hacer un buen sprint, tanto que oí como uno de los espectadores le decía a otro 'estos no han dado la vuelta a la peña'... un comentario lógico, después de más de una hora y veinte minutos no podría esperarse que alguien estuviese tan fresco para terminar así la carrera... pero es que había guardado mucho. Contento porque todo suma.